HISTORIA DE LA IAA

James H.S. Bossard publicó en 1944 un trabajo en el que trató el valor terapéutico de tener perro. Describió al animal, después de unas largas sesiones de observación, como una fuente de amor incondicional y compañero único que da al hombre una sensación de bienestar y tranquilidad.

Pero no es hasta 1962, cuando Boris Levinson publica en "Mental Hygiene" el artículo "The Dog as a Co-Therapist", que se realza la idea del valor terapéutico de un animal trasladando al mismo del hogar a un entorno terapéutico como fue su consulta de psicología.

Ya en 1972, en York, Inglaterra, se realizan las primeras actividades con el uso de animales como complemento en el ámbito de la salud. William Tuke, fundador del Asilo de York, consiguió controlar diferentes comportamientos mediante el uso del refuerzo positivo y la interacción con animales, a la vez que despertaba en los residentes los sentimientos de sociabilidad y relajación.

En la década de los 90, Aline y Robert Kidd publicaron estudios sobre el efecto de los animales de compañía en los niños y sobre las actitudes de los niños hacia los animales.

Desde los inicios hasta nuestros días se ha avanzado en el estudio, diseño y aplicación de más y mejores técnicas que nos permiten mejorar la calidad de las intervenciones.

Hoy en día, en España, se desarrollan intervenciones de este tipo en residencias de la tercera edad, centros penitenciarios, centros de desintoxicación, centros de adolescentes con diferentes problemáticas, escuelas de educación especial, centros para personas con discapacidad física y/o psíquica, entre muchos otros, abriendo cada día nuevas posibilidades de actuación, siendo más de 180 entidades activas.

En España, el primer Hospital en integrar un programa de Intervención Asistida con Perros fue el Hospital de Nuerorehabilitación Institut Guttmann, que en 2004 apoyó esta terapia complementaria en el departamento de Rehabilitación Funcional de Infantil, de la mano de nuestra fundadora, Meritxell Arias, que en aquel momento trabajaba en dicho hospital.

Aunque se está trabajando, estamos lejos de llegar al nivel de actuaciones en este campo que se realizan en otros países, pioneros en terapias y actividades con animales, un tipo de intervención que está considerada como ciencia, hecho demostrado con estudios publicados en revistas científicas de gran prestigio como "The Journal of the American Medical Association" o "The Journal of Psicosomatic Medicine".

Según datos de Delta Society, organización que tiene como finalidad la promoción de la mejora de la salud de las personas con la ayuda de animales, el número de programas de Terapia Asistida con Animales (TAA) en Estados Unidos se estima en 2000, siendo los programas de psicoterapia y de rehabilitación física los más numerosos.

CLASIFICACIÓN DE LA IAA

La Intervención Asistida con Animales (IAA) es la realización de un programa de Terapia (TAA) o Educación Asistida (EAA) con un animal preparado y entrenado para tal fin, en nuestro caso con perros.

El programa debe seguir unos objetivos específicos y estos deben ser evaluados.

La diferencia entre el programa de Terapia y el de Educación es que uno forma parte de un proceso terapéutico y está dirigido por un profesional de la salud (psicólogo, fisioterapeuta, terapeuta ocupacional,..) y el otro, forma parte de un proceso educativo y está dirigido por un profesional de la educación.

Hoy en día, sin embargo, nos encontramos con la figura del maestro de educación especial, que en su día a día tiene que trabajar con el desarrollo psicomotriz de los niños/as, poniendo bitutores, trabajando por un buen control postural, estirando en posiciones específicas para reducir la espasticidad, etc...

Así, si el programa está supervisado por un fisioterapeuta, pero está diseñado por un maestro de educación especial, y llevado a cabo por él mismo,.. ¿podríamos hablar de un programa de terapia si los objetivos son terapéuticos?

Desde nuestra entidad creemos que sí, e introduciríamos a esa figura en un programa u otro según los objetivos a alcanzar.

Dentro de la Intervención Asistida con Animales encontramos también las Actividades Asistidas con Animales, en las que la interacción es la base de la sesión y no se buscan objetivos concretos más allá de los beneficios que la actividad tiene como tal.

Actualmente, encontramos más tipologías concretas, como la Lectura Asistida con Animales, el Coaching Asistido con Animales, la Psicología Asistida con Animales, el Acompañamiento Asistido con Animales, etc.

¿CÓMO TRABAJAMOS?

La Intervención Asistida con Perros se basa en la realización de diferentes actividades con fines educativos o terapéuticos usando al animal como herramienta de unión y motivación. La realización de un programa de intervención asistida implica la realización de valoraciones iniciales de los usuarios, la propuesta de objetivos concretos, la realización de una metodología de trabajo adaptada a cada caso, las valoraciones de cada una de las sesiones y las valoraciones finales de los usuarios.

Los programas de intervención asistida con perros se pueden realizar en una variedad diferente de ambientes, pudiendo ser en grupo o de manera individual, y estan abiertos a personas de todas las edades. Los programas se pueden realizar tanto en el entorno de los participantes (centro, escuela, casa, etc...) como en diferentes espacios de nuestra entidad.

Todos los programas de intervención asistida con perros estaran supervisados por la maestra de educación especial de la entidad, en colaboración con el psicólogo o el profesional de referencia del centro de los usuarios.

Las sesiones de intervención asistida con perros se realizan con un técnico de terapia con perros y su perro de terapia. Este equipo ha sido evaluado previamente por los responsables de la entidad, quienes certificaran que son válidos para realizar las sesiones.

Dado que la profesión de terapia con perros no está reconocida como tal actualmente, la AAS DISCAN realizará un test previo para valorar las aptitudes tanto del técnico como del perro.

Además, todos los técnicos llevan consigo un certificado trimestral veterinario que corrobora las vacunaciones, analíticas y desparasitaciones realizadas al perro, así como un seguro de Responsabilidad Civil del mismo.